Félix Terrones |
Las mejores novelas que he leído no son forzosamente latinoamericanas.
En cambio, los cuentos que me han dejado más perplejo y enfrentado a ese
extraño fastidio que sólo provoca la literatura son, sin lugar a dudas,
latinoamericanos. ¿Qué ocurre en la literatura latinoamericana para que el
cuento, género menor en otras latitudes, haya alcanzado un nivel tan elevado?
De México hasta Chile, pasando por Colombia y Perú, son numerosos los ejemplos
de cuentos que reúnen horror con portento, se asoman al infinito, interrogan la
existencia, cuando no metaforizan el ser latinoamericano (el diablo vaya a
saber lo que esto significa). Realizar una lista de los más representativos no
puede ser más que un ejercicio de arbitrariedad. Así, muchos otros cuentos
debieron formar parte de esta lista. Varios de ellos quedaron fuera por el
reducido (y arbitrario) número escogido. Otros por una razón más ardua: todavía
no han sido leídos por quien esto escribe. Mientras esperan pacientes a que nos
encontremos algún día, dejo esta lista provisoria, subjetiva e imperfecta.
- «El Aleph», Jorge Luis Borges.
- «Continuidad en los parques», Julio Cortázar.
- «Seltz», Carlos Yushimito del Valle.
- «Por las azoteas, Julio Ramón Ribeyro.
- «Bienvenido Bob», Juan Carlos Onetti.
- «La segunda juventud», Luis Loayza.
- «¡Diles que no me maten!», Juan Rulfo.
- «Viaje a la semilla, Alejo Carpentier.
- «Sensini», Roberto Bolaño.
- «El guardagujas», Juan José Arreola.
- «El ahogado más hermoso del mundo», Gabriel García Márquez.
- «Anorexia y tijerita», Alfredo Bryce Echenique.
- «Josefina, atiende a los señores», Guillermo Cabrera Infante.
- «El almohadón de plumas», Horacio Quiroga.
- «El jorobadito», Roberto Arlt.
- «La agonía del Rasu-Ñiti», José María Arguedas.
- «Obras completas», Augusto Monterroso.
- «No se culpe a nadie», Julio Cortázar.
- «La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada», Gabriel García Márquez.
- «El infierno tan temido», Juan Carlos Onetti.
- «Los buques suicidantes», Horacio Quiroga.
- «Pierre Menard, autor del Quijote», Jorge Luis Borges.
- «Warma Kuyay», José María Arguedas.
- «Macario», Juan Rulfo.
- «La mansión de Araucaíma», Álvaro Mutis.
Félix Terrones (Lima, 1980). Doctor en estudios hispanoamericanos por
la Université Michel de Montaigne – Bordeaux III (Francia). Ha publicado las
novelas cortas A media luz (PUCP, 2002) y la novela El
silencio de la memoria (Mundo Ajeno, 2008). Editor y antologador de la
obra de Sebastián Salazar Bondy para la Biblioteca Ayacucho (2012). Asistente
de cátedra en la Université François Rabelais de Tours (Francia). Traductor de
"Rebelion.org". En la actualidad termina su nueva novela al tiempo
que trabaja un libro de cuentos.
2 comentarios:
¿Ni una mujer en la lista? Ooops...
La lista sigue abierta ;) Ya sabes que es casi imposible decidir entre tantos buenos cuentos, pero, sin duda, esas "invisibilidades" no dejan de ser un síntoma de la sociedad, desgraciadamente.
Un saludo y gracias por tu visita.
Publicar un comentario