En el 2011 este microrrelato fue seleccionado como ganador
del I
Concurso de Microrrelatos de Amnistía Internacional Valencia. Curiosamente,
otro texto de mi autoría, Instrucciones
para no morirse de miedo, fue también elegido como finalista del mismo
concurso.
Fue, claro, una ocasión para sentirme doblemente
halagado por la “duplicación” del premio, pero también por la calidad del
jurado y por las siglas que estaban detrás de la organización, una ONG que para
mí es la más significativa de todas, pues considero que la justicia debe ser el
primer Derecho Humano sin el cual el resto son imposibles.
Además me permitió conocer al maravilloso grupo de
personas que forman Amnistía
Internacional Valencia, cuya valía humana queda de manifiesto con su
compromiso cotidiano.
Años después, estos —este— texto no deja de darme
satisfacciones. En esta ocasión con el trabajo realizado por el “Club de ruso”
de la Université de Poitiers dirigido por la catedrática Caroline Lepage y gracias a la
colaboración de mi admirado Félix
Terrones. Dicho “Club” que realizó la traducción —colectiva, nada menos—,
está formado por: Denis Anton, Sophie Beddow, Victor Berry, Laury Braguier, Léa
Casorla, Anaïs Coquemas, Stéphanie Hoareau, Fanny Jay, Cyrielle Peltier, Madalen
Rossard, Helena Santos López y Almudena Serrán Luque. Doce personas para un
decálogo de doce puntos. No hay casualidades.
La traducción de este —y de dos microrrelatos más— se
puede leer en la página donde se publicó originalmente, Lectures
d'ailleurs/Tradabordo.
Quiero agradecer, nuevamente, la labor realizada y
alegrarme que, una vez traducidos mis textos aún conserven la cordura.
1. Donner l'alarme.
2. Se jeter à terre.
3. Se protéger la tête.
4. En entendant les premières explosions, se boucher
les oreilles.
5. Ne pas regarder dans les yeux, jamais, qui est en
train de tirer.
6. Ne pas pleurer
7. Ne pas trembler.
8. Ne pas souffrir.
9. Oublier.
10. Se laisser aider.
11. Un
enlacement.
12. Un autre enlacement, s'il vous plaît.
Ajout de deux conseils supplémentaires. Libre à
qui cela est utile (si tant est qu'il ait le droit de vivre en paix) d'opter
entre la douzaine de points antérieurs et d'en écarter deux pour ne pas ruiner
le titre. En guise de conseil, ne pas passer outre les derniers. En
cas de besoin, les répéter autant de fois que nécessaire. L'idéal est
qu'ils ne le soient jamais. L'idéal est que jamais. L'idéal est
jamais.
El "original" en español se puede leer en este enlace. Estaba basado en esta foto:
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